4 maneras originales de incluir música en la vida de tu pequeño

A los niños pequeños les encanta la música en todas sus expresiones, cantar, bailar, tararear, dar palmas y golpear cosas juntos (a menudo ruidosamente 🥁). Entre otras ventajas, la música inspira creatividad, enseña sociabilidad y estimula el desarrollo del cerebro. Además, como bien saben madres, padres y cuidadores, la música es una herramienta de transición muy buena: hay pocas otras maneras más eficaces de ayudar a los niños a llevar a cabo determinadas tareas complejas como recoger o cambiar pañales, que la de cantar juntos.

No obstante, la perspectiva de incluir música en el día a día puede resultar intimidatoria y existe la posibilidad de quedarse estancado con las rutinas. No tengas miedo: no tienes porqué saber tocar un instrumento, tener formación de vocalista o ni siquiera saber cantar afinadamente para incluir música en la vida de tu pequeño.

Maneras divertidas de incluir música en la vida de tu bebé:

Escucha sonidos ambientales

Los ritmos y los sonidos están continuamente presentes en la vida de tu pequeño, tan solo tienes que intentar escucharlos. Cuando vayas en coche, presta atención a los sonidos habituales que hacen las ruedas, los intermitentes y las sirenas. Si los identificáis y los imitáis, podéis incluirlos todos en un círculo de percusión de facto. Incluso puede que tu pequeño empiece a dar palmas y tamborilear sobre la marcha pero, aunque no lo haga está cosechando los frutos de tu concierto.

Cantar instrucciones y transiciones

Las niñas y niños de esta edad están probando sus límites permanentemente, todo forma parte del trabajo de ser pequeño. El hecho de cantar, en lugar de enunciar, una instrucción como “limpiad, limpiad, todos, por todas partes”, puede ayudar a motivarle a adoptar el comportamiento que a ti te gustaría ver. Incluso puedes inventarte una canción sobre salir de la bañera, sentarse en el coche, cambiar el pañal, limpiarse los dientes y marcharse a un lugar divertido.

El juego de las estatuas

Cuando tu pequeño tenga casi 2 años de edad, puede que ya empiece a comprender y seguir indicaciones compuestas de dos partes. ¡Es una oportunidad muy buena para probar el juego de las estatuas! Prepara una de tus canciones preferidas y explícale que cuando suena la música bailáis, y cuando se detiene, os quedáis quietos. Muéstrale más o menos de qué va y luego intentadlo. Es posible que lo de quedarse quieto no salga perfectamente, pero no pasa nada. Cuando la música pare intenta hacer una pose y poner una cara graciosa, cambiar la duración del clip musical o también la velocidad a la que tu bebé y tú bailáis.

Nuestras bocas como instrumento

Haz que tu pequeño se ponga a tararear, cantar y experimentar con toda clase de ruidos que salgan de su boca. Luego haz que imite diferentes tipos de respiración rítmica, haz “pedorretas” siguiendo un compás, pon tu boca en forma de óvalo y sacude las mejillas ligeramente, ”explota” la mejilla con un dedo enroscado hacia dentro, y haz sonidos “ch-ch-ch”.