28 - 30 meses

Así es como tu hijo de 2 años puede seguir jugando con sus juguetes de bebé y de 1 año

Niño pequeño jugando con un juguete Lovevery

Los Juguetes Lovevery están diseñados para fomentar el juego abierto, lo que significa que pueden adquirir un nuevo significado a medida que tu hijo crece. Reintroduce un juguete muy querido de un Kit anterior para bebés o niños pequeños y tu hijo de dos años seguirá encontrando formas nuevas y creativas de jugar con él. ❤️

Aquí tienes nuevas maneras de disfrutar de los Juguetes Lovevery de los kits anteriores:

Caja de pañuelos mágicos

Un niño pequeño metiendo la mano en la Caja de pañuelos mágicos de Lovevery
En foto: Caja de pañuelos mágicos del Kit de Juego El Sensor

La Caja de pañuelos mágicos puede convertirse en lo que se conoce como «Bolsa misteriosa» en las aulas Montessori para niños pequeños. Coloca diferentes objetos en la caja cuando tu hijo no esté mirando, y anímalo a utilizar su sentido del tacto para explorar e identificar lo que hay dentro.

  • Puedes llenar la Caja de pañuelos mágicos con distintos objetos: Piedras, canicas, hojas, plumas, juguetes pequeños, una manzana mini, formas, llaves, monedas o pasta cruda.
  • Tu hija o hijo puede intentar adivinar, o simplemente disfrutar de la sensación de sacar con la mano un objeto misterioso y nombrarlo cuando esté fuera.
  • Esta es una gran oportunidad para utilizar el vocabulario de las texturas, como liso, áspero, irregular, fino, grueso, quebradizo y duro.

Pelotas opuestas

Tu hijo se acerca a la edad en la que puede empezar a sujetar una pelota contra el pecho, si es que no lo hace ya. Las Pelotas opuestas ofrecen un giro divertido al juego básico de atrapar. Así es cómo se juega:

  • Empieza recordando a tu hija o hijo cómo siente en su mano cada pelota y cómo, aunque parezcan idénticas, tienen algo muy diferente: «Esta es pesada y esta es ligera».
  • Elige la pelota ligera y haz que tu hija o hijo se ponga de pie o se siente a unos metros de ti. Pídele que mantenga los brazos extendidos, con los codos pegados al cuerpo, y hazle saber que vas a lanzarle suavemente la pelota y que debe intentar atraparla.
  • Después de unos cuantos lanzamientos, dile «ahora voy a cambiar a la pelota pesada. Te sentirás muy diferente cuando intentes atraparla». Una vez que haya tenido la oportunidad de probar las dos pelotas, dile que vas a mezclarlas y lánzale una sin decirle si es pesada o ligera.
  • Puedes variar el juego haciendo rodar las pelotas de un lado a otro, haciendo que tu hijo te las lance (de una en una 🙃) o pidiéndole que adivine qué pelota tienes en la mano.

Arcoíris giratorio

Ahora que tu hija o hijo es capaz de identificar más colores, el Arcoíris giratorio ofrece una manera divertida y aleatoria de practicar la combinación de colores. Aquí tienes algunas formas de utilizarlo:

  • Empieza enseñando o repasando los cinco colores del Arcoíris giratorio: Rojo, naranja, amarillo, verde y azul. Considera la posibilidad de utilizar el método descrito en un estudio de Stanford, que descubrió que nombrar primero el objeto ayuda a los niños pequeños a aprender los colores: «Este lado es rojo» (en lugar de «el lado rojo»).
  • Ir a la caza del color. Empieza haciendo girar el Arcoíris giratorio; cuando se detenga, el color de la parte superior será el de la búsqueda del tesoro. Busca en tu casa objetos que coincidan con el color y tráelos para compararlos.
  • Pídele a tu hijo que haga girar el Arcoíris giratorio lo más rápido que pueda y que lo detenga con la mano; cuando se detenga, pídele que nombre el color que coincide con su mano.

Rompecabezas de bolsillos para animales acolchados

Cuando tu niño era un poco más pequeño, disfrutaba emparejando cada animal acolchado con su bolsillo, metiendo los animales a medida que los emparejaba. Ahora, puede que le guste probar nuevas actividades:

  • Juega a «adivinar mi animal» con los animales acolchados. Colócalos delante de tu hija o hijo, utilizando solo un puñado de ellos (tres o cuatro) para empezar. Describe un animal, enfatizando las palabras clave y representándolas: «Este animal es muy alto, tiene un cuello muy largo y come hojas de los árboles». Cuando tu hija o hijo señale la jirafa, pídele que la meta en el bolsillo derecho, y sigue así hasta que todos los animales sean introducidos en los diferentes bolsillos.
  • Juega a «¿qué falta?», que es una versión del clásico juego de memoria. Empieza de forma sencilla: Coloca todos los animales en los bolsillos excepto uno, y pídele a tu hijo que te diga cuál falta. Puedes hacerlo más difícil sacando los animales de sus bolsillos y colocándolos en un lugar cercano del piso o de la mesa. A continuación, quita uno de ellos y observa si puede adivinarlo. Si los niños pequeños tienen problemas para acertar, puedes sugerirles que hagan coincidir los animales con sus bolsillos hasta que solo quede uno (o dos, o tres).
  • Los bichos y otras criaturas también funcionan bien para el juego dramatizado: Puedes crearles hábitats en cajas de zapatos, hacer que tu hijo represente cada animal mientras los coloca en sus bolsillos y practicar los sonidos que emiten (inventa otros nuevos para especies como las mariquitas 😉).

Rampa de carreras

La Rampa de carreras tiene giros y curvas, sonidos que resultan satisfactorios y pequeños coches de madera que fascinan infinitamente a los niños pequeños. Ahora que tu hija o hijo tiene dos años, está empezando a aprender más sobre cómo tomar turnos y lo que significa jugar con otra persona. La rampa es una buena forma de practicar:

  • A los niños pequeños les puede gustar jugar con la rampa en solitario, o puedes unirte a ellos bajando tus coches a la vez. Esta es también una gran oportunidad para practicar explícitamente la toma de turnos: «Primero me tocará a mí; luego, cuando mi coche baje, te tocará a ti. Después, podremos hacer una carrera al mismo tiempo».
  • Prueba a colocar la rampa sobre una silla o una mesa, y coloca una caja o una cesta debajo de ella que sirva como lugar de aterrizaje. Tu hijo aprende sobre la física y el movimiento a través de la prueba y el error, y puede disfrutar colocando la caja de aterrizaje para que los coches salgan volando por el extremo de la rampa y caigan directamente en ella.
  • Los coches están fabricados específicamente para ajustarse a la rampa y volver en cada vuelta, pero ¿cómo ruedan otros coches, pelotas y objetos? Invita a tu hija o hijo a probar otros pequeños objetos (como botones, tapones de botellas, pelotas pequeñas y otros coches de juguete) que puedan utilizarse en la rampa, para ver si también pueden llegar hasta abajo.

Tablero de apilables de madera

El Tablero de apilables de madera puede crecer junto a tu hijo en una amplia variedad de formas, desde practicar la numeración hasta el emparejamiento de colores y las actividades sensoriales:

  • Contar mientras se señala deliberadamente cada objeto colocado en orden puede ser, por ahora, un reto, sin embargo a tu hijo le ayuda a reforzar el significado de los números. Esto se llama correspondencia uno a uno, y el tablero es una manera ideal de practicarla: Dale a tu hijo un puñado de apilables (cinco más o menos) y pídele que los coloque, de uno en uno, en el tablero, contando cada uno. Si cuenta demasiado rápido o confunde los números, vuelve a empezar y hazlo más despacio.
  • Prueba a colocar 3 apilables en el tablero y pídele a tu hijo que los cuente. A continuación, quita uno de los apilables y escóndelo detrás de tu espalda. Pregunta a tu hijo cuántos quedan y luego pregúntale cuántos tiene en su mano. Si le gusta, sigue avanzando poco a poco, añadiendo más apilables al tablero y variando el número de los que escondes.
  • Comprueba si tu hijo puede clasificar los apilables en grupos de colores y luego invítale a hacer torres de un solo color. Si le ves interesado, puedes ampliar las actividades de color invitándole a hacer una torre con los 4 colores o a hacer una torre con solo 3 colores y preguntarle cuál falta.

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Posted in: 28 - 30 meses, Desarrollo cognitivo, Emparejar, Motricidad fina, Jugar y actividades, Motricidad fina, Desarrollo del bebé

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