Hemos investigado sobre la repercusión que puede tener para los bebés el pasar tiempo delante de la pantalla y esto es lo que hemos encontrado

Sabemos que no es fácil obtener una respuesta directa sobre cómo afectan las pantallas a nuestros hijos. Los expertos han señalado una y otra vez que no hay beneficios comprobados respecto a la exposición a los medios para bebés y niños pequeños, pero ¿realmente dañará a tu bebé el tiempo que pasa con un teléfono o una tableta?

Debido a que los teléfonos y tabletas forman parte de nuestro día a día, los niños pequeños están más expuestos que nunca al tiempo frente a una pantalla. De hecho, el 40 % de los bebés de 3 meses y el 90 % de los de 2 años se encuentran regularmente mirando programas en las pantallas. En esta publicación, hemos puesto en orden la información que se comparte sobre este tema para ayudarte a tomar tus propias decisiones con la suficiente información sobre cómo administrar las pantallas para tu familia.

Cómo el tiempo delante de una pantalla afecta al desarrollo del cerebro:

• Para fomentar un movimiento saludable, la Organización Mundial de la Salud desaconseja el sedentarismo frente a una pantalla durante el primer año y sugiere en su lugar leer con ellos y contarles historias. Para niños de 2 años, recomienda sólo una hora y señala que menos es aún mejor.
• La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda evitar los medios emitidos a través de pantallas para niños menores de 18 meses. Los menores de 18 meses no pueden traducir a un mundo físico lo que ven en una pantalla bidimensional. Los investigadores dicen que los que tienen más acceso a la pantalla desarrollan menos sus habilidades cognitivas y de comunicación ya que el tiempo frente a la pantalla les quita experiencias que realmente ayudan al aprendizaje.
• Como parte de un importante estudio de investigación realizado sobre miles de niños para tratar de comprender el impacto del tiempo frente a la pantalla que ellos reciben, los Institutos Nacionales de Salud (NIH), descubrieron que los niños que pasaban más de 2 horas frente a pantallas obtuvieron puntuaciones más bajas en pruebas de pensamiento y lenguaje.
• Este mismo estudio descubrió que los niños que pasaban mucho tiempo frente a una pantalla tenían una reducción prematura de la capa más externa de sus cerebros (la corteza cerebral). Esta capa es la más evolucionada y da soporte a las funciones cognitivas de más alto orden.
• El sueño de los bebés y su posterior desarrollo cerebral se ven potencialmente dañados por el uso de dispositivos de pantalla táctil. Un estudio de la Universidad de Londres demostró que hay aumentos “punto por punto” en la interrupción del sueño, lo que significa que un cuarto de hora frente a la pantalla podría restar 4 minutos menos de sueño. El sueño es fundamental para el desarrollo del cerebro, especialmente durante los primeros años. El estudio no pudo determinar ningún “límite” para el uso de pantallas; no había ninguna cantidad que tuviera un impacto cero.
• Investigaciones adicionales han demostrado vínculos entre el tiempo frente a la pantalla y la obesidad infantil, la interrupción del sueño durante la primera infancia y la disminución en el desarrollo de la motricidad fina.

El tiempo frente pantalla y los chats con vídeo no son necesariamente lo mismo.

Antes de que todos tuviéramos teléfonos inteligentes, investigaciones anteriores ya afirmaban que el tiempo dedicado a mirar la televisión restaba tiempo para interactuar con la familia, participar en juegos creativos y realizar tareas. Hay buenas razones para creer que estos efectos son iguales o mayores con los dispositivos portátiles de hoy.

Pero, ¿qué ocurre con las videollamadas de seres queridos que se encuentran lejos? Los científicos señalan que los chats de vídeo como Facetime son diferentes de otros medios de pantalla y no son dañinos de la misma manera.. Incluso muchos padres que dicen no a las pantallas en todos los demás aspectos de la vida de sus hijos están de acuerdo con los chats de vídeo, ya que la ciencia respalda que la conversación y la interacción en tiempo real son buenas para el aprendizaje y la vinculación.

Dicho esto, es mejor evitar los chats de vídeo antes de acostarse, cuando es probable que la luz de la pantalla interrumpa un momento crucial del sueño.

Consejos para administrar el tiempo frente a la pantalla.

El tiempo frente a la pantalla es realmente difícil de minimizar y administrar en algunas ocasiones, así que aquí van algunos consejos para ayudarte a considerar si estás listo para apagar todas las pantallas de golpe.

• Considera eliminar por completo el tiempo frente a la pantalla. Algunos padres argumentan que eliminar por completo el tiempo frente a la pantalla es casi más fácil que racionarlo. Es difícil decir no a las pantallas absolutamente, pero cuando un niño se acostumbra al tipo de emoción que genera el uso de dispositivos digitales, aprenderá a buscar la gratificación inmediata de una pantalla en lugar de la retroalimentación más lenta pero más significativa de la vida real.
• Si deseas eliminar por completo el tiempo frente a la pantalla, ten en mente algunas actividades alternativas para llenar el hueco. Es más fácil concentrarse en realizar tareas como pasar tiempo al aire libre, leer y contar historias o jugar de manera independiente que simplemente evitar el tiempo frente a la pantalla.
• El tiempo que pasáis en un avión o de viaje no tienen que significar tiempo frente a una pantalla. Viajar sin un dispositivo generalmente significa tener que llevar más cosas contigo, como libros, manualidades (plastilina, marcadores que se puedan borrar, pompones, etc.), y refrigerios, además de aceptar que tu hijo va a necesitar gran parte de tu atención. Una táctica que funciona para algunos son los audiolibros con auriculares para niños. Por lo general, puedes encontrar los audiolibros con los libros ilustrados que ya tienes, para que tu hijo pueda seguirlos mientras va escuchando.
• Aprovecha al máximo los accesorios que te rodean. Los aviones y los restaurantes pueden ser más divertidos si usas lo que ya está allí: cubitos de hielo y vasos, la persiana de la ventana (en un avión), o servilletas (utilízalas para esconder refrigerios o jugar al escondite). Además, una vez están los dispositivos guardados, empiezas a notar a cuántas personas les encantaría hablar con tu bebé.

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