16 - 18 meses

Por qué el “has trabajado mucho” supera al “eres muy inteligente”

“Eres muy inteligente”.
“Eres muy bueno en eso”.
“Tienes un talento natural”.

¿A quién no le gusta escuchar eso?

Dar un estímulo positivo a tu hijo significa mucho para él y también te hace sentir bien a ti. Además, cuando los niños pequeños reciben atención de forma positiva, es menos probable que intenten obtenerla de forma negativa.

Sin embargo, los investigadores han descubierto que si a largo plazo utilizas ciertos tipos de lenguaje alentador con tu hijo, en realidad puede hacer que se sienta menos motivado para persistir, tomar riesgos y probar cosas nuevas.

Esto es a lo que nos referimos: cuando dices “eres muy inteligente”, le estás alabando por algo que no cree poder controlar: cree que es inteligente o no. La investigadora Carol Dweck llama a esto “mentalidad fija”, que es cuando las personas creen que sus éxitos son el resultado de -y se limitan a- su talento o inteligencia innatos.

En cambio, puedes animar a tu hijo a creer que su inteligencia, sus capacidades y sus talentos pueden crecer cuanto más aprenda. Esto se llama “mentalidad de crecimiento” y los niños que la tienen tienden a perseverar en las tareas más difíciles.

Te estarás preguntando ¿No son cosas de las que me puedo preocupar más adelante? ¡Mi hijo solo tiene 18 meses! De hecho, la misma investigación muestra que adoptar una mentalidad de crecimiento puede marcar una gran diferencia desde el primer momento. Además, si te acostumbras a elogiar los esfuerzos de tu hijo, será más fácil cuando crezca. Desarrollar un hábito es más fácil que cambiarlo.

Cómo utilizar una mentalidad de crecimiento para apoyar a tu hija o hijo:

Elogiar el proceso

Intenta elogiar el proceso y el esfuerzo en lugar de elogiar a la persona: En lugar de decir “¡eres una superestrella!”, di “veo que te estás esforzando mucho en el ejercicio”.

Describe lo que ves

Describe lo que ves en lugar de elogiar el resultado terminado: En lugar de decir “¡eres tan bueno coloreando!”, di “¡me encantan todos los colores que estás usando!”.

Cuando tu hijo parezca que se siente orgulloso, háblale de cómo te sientes

Supongamos que tu hijo pone un trozo de basura en el cubo de la basura. En lugar de decir “¡buen trabajo!”, puedes probar algo como esto “¡Gracias! Está muy bien tener ayuda a la hora de limpiar”.

Utiliza palabras neutras

“¡Guau!”, “¡mira eso!” o “¡qué divertido!” son formas de emocionarse y animar a tu hijo pequeño de una forma más neutral.

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Posted in: 16 - 18 meses, Identidad, Lenguaje, Metas, Desarrollo del bebé

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