31 - 33 meses

Sí, los niños de 2 años también sienten empatía; aquí encontrarás cómo fomentar esta habilidad esencial

Niño pequeño sentado en el regazo de una mujer y mirando un libro juntos

Las niñas y niños pequeños son egocéntricos por naturaleza. Es una parte normal del desarrollo: Los niños ven primero el mundo a través de sus ojos antes de poder verlo a través de los de otros. Alrededor de los 2 años de edad, los niños suelen creer que los demás piensan y sienten exactamente igual que ellos.

Como madres, padres y cuidadores, todos queremos que nuestros hijos acaben contemplando otras perspectivas más allá de su propia experiencia. Queremos que sean amables. Una pieza fundamental de esa amabilidad es la empatía, que es la capacidad de entender, compartir y conectar con los sentimientos de otra persona.

Aquí encontrarás algunas formas de apoyar el desarrollo de la empatía de tu hijo de dos años:

Léele libros y comenta las emociones de los personajes.

Un estudio del 2016 resolvió que leer libros de ficción puede aumentar la empatía: “La ficción es la simulación de la interacción de uno mismo. Las personas que la leen mejoran su comprensión hacia los demás.”

Cuando lees libros a tus hijos, les estás dando acceso a experiencias tanto familiares para ellos (un niño que se cae y se hace daño en un parque, por ejemplo), como otras desconocidas (cualquier cosa que no hayan vivido). Las experiencias reconocibles para él le permiten conectar con el personaje y sentir sus sentimientos, mientras que las nuevas son una ventana a las emociones a las que aún no se ha enfrentado.

Los libros de Lovevery exploran una variedad de sentimientos a través de personajes y situaciones de la vida real con los que puede identificarse. Mientras leéis, puedes hacerle preguntas sobre los personajes y lo que sienten, e imitarlos:

  • “Parece que Max realmente se hizo daño. ¿Qué harías si estuvieras en el parque con él? ¿Qué podríamos hacer para que se sintiera mejor?”
  • “Bea tiene miedo de que le pongan una inyección. ¿Alguna vez has tenido miedo de algo? ¿Cómo es tu cara cuando estás asustado?
  • “Graham está muy emocionado de que sus amigos vengan a celebrar su cumpleaños. Vamos a hablar de tu cumpleaños, solo faltan 9 meses.” 😉. ¿Te sientes emocionada por eso?”
  • “Mira, la chica de Ahora que tengo tres, ha dejado caer su plato al piso y ha sido realmente sorprendente. Pongamos juntos una cara de sorpresa.

Dale a tu hijo oportunidades de ser independiente.

Entre los 24 y los 36 meses es probable que tu hijo comience a comprender que es único, una persona en sí misma, distinto de los demás. Esto es muy importante: Los niños nacen creyendo que ellos y su cuidador principal son la misma persona y pasan los primeros años de vida “separándose”.

Comprender que estáis separados es una etapa temprana en el desarrollo de su empatía; a medida que se vuelve menos dependiente de los demás, comienza a construir su propia colección de experiencias a las que recurrir cuando siente empatía.

Aquí hay algunas maneras de cultivar la independencia en este momento:

  • Si no lo has hecho antes, empieza a considerar el pedir permiso antes de darle un abrazo. Este respeto hacia su cuerpo le muestra que le consideras como una persona capaz de tomar sus propias decisiones.
  • Déjale que te ayude tanto como sea posible. La “ayuda” a esta edad suele ser lenta, incompleta e incluso frustrante, pero cuando les permites barrer el piso con un pequeño recogedor y una escoba, o mezclar ingredientes en un bol para la cena, se convierten en parte de esa acción y eso puede hacerles sentir empoderados.
  • Haz que empiece a cepillarse solos los dientes y tú le ayudas a terminar. Las niñas y niños de dos años no pueden cepillarse solos los dientes todavía, pero cuando les incluyes, tienen la oportunidad de sentirse autosuficientes.

Replantea las disculpas.

Cuando nuestros hijos causan daño a los demás, muchos de nosotros nos apresuramos a orquestar una disculpa, sin embargo, esta puede ser una oportunidad para aprovechar la creciente comprensión de la empatía de tu hijo. Zero to Three sugiere lo siguiente:

“Un enfoque más significativo puede ser ayudarles a concentrarse en los sentimientos de la otra persona: “Chandra, mira a Sierra, está llorando, está muy triste. Se está frotando el brazo que le empujaste. Vamos a ver si está bien.” Esto ayuda al os niños a entablecer conexiones entre la acción (empujar) y la reacción (una amistad que está triste y llorando)».

A los 24 meses, los niños generalmente empiezan a tratar de consolar a las personas que ven afligidas. En gran medida se trata de un comportamiento imitativo, que copia lo que han visto hacer a otros, pero es una parte importante del desarrollo de la empatía. Ahora que ya tiene la capacidad de consolar a los demás, alienta a tu hijo a que lo haga (en lugar de un vacío “lo siento”), será mucho más significativo para él.

Valida las emociones de tu hijo.

Dos niños pequeños abrazándose.
En foto: Los juguetes de los Kits de juego

Un estudio del 2018 sobre regulación emocional afirmó que los niños desarrollan empatía más profundamente cuando están más conectados con sus propias emociones, particularmente las negativas. En otras palabras, es mucho más fácil ser amable y empático cuando comprendemos nuestros propios sentimientos. Aquí hay algunas cosas que puedes probar:

  • Etiqueta los sentimientos intensos de tu hijo. Hacer esto puede parecer contradictorio, pero describir lo que ves cuando tu hijo está pasando por un momento difícil puede ayudarle a salir de la situación más fuerte y con más herramientas para la próxima vez: “No querías irte del parque, y puedo ver que estás realmente molesto por eso. Entiendo por qué, y apuesto a que estás muy triste y enojado por tener que dejar de jugar”. Para más ejemplos sobre cómo hacer esto, lee este artículo sobre cómo nombrar sus emociones.
  • Habla desde la “perspectiva del yo”. Cuando hablas a través de tu propia mirada, le ayudas a comprender que tú tienes experiencias y emociones distintas a las de él: “Me duele cuando me golpeas, y no puedo dejar que lo hagas”. A su vez, anímalo a hablar de esa manera; cuando esté tratando de expresarse, dale frases iniciales como “No me gustó cuando” o “Estoy triste porque”.
  • Elogia sus acciones positivas. Cuando se desviva por mostrar bondad hacia otra persona, indícaselo: “Me di cuenta de que le diste un abrazo a Marco cuando estaba tan triste. Eso fue muy bonito y demuestra que te preocupas por él. Creo que le ayudó a que se sintiera mejor”.

Pon de ejemplo la empatía y la honestidad con tus propias emociones.

Como ocurre con muchos aspectos de la crianza de tus hijos, dar ejemplo con tu propia empatía es una de las mejores formas de enseñarla. Una manera de hacer esto es narrar cuando tú mismo tienes sentimientos fuertes. Cuando no encuentres aparcamiento, por ejemplo, dile: “Lamento no prestarte atención, no encuentro aparcamiento y eso me hace sentir frustrado y enojado. Respiraré profundamente y seguiré buscando”.

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Posted in: 31 - 33 meses, Empatía, Libros, Social emocional, Desarrollo del bebé

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