Una nueva era de juegos de simulación acaba de empezar

¿Has visto alguna vez a tu pequeño poner a dormir su muñeca, ponerse tus zapatos, remover la “sopa” en una olla, o ponerse a ladrar como un perro? A medida que se acerca a los 2 años, es probable que tu pequeño empiece a jugar de formas más creativas: este es el comienzo de una nueva era de juegos de simulación.

En realidad, el verdadero juego de simulación que implica fingir ser alguien o algo más, empieza alrededor de los 3 o 4 años; en este momento, el juego de simulación de tu pequeño está basado en sus propias experiencias vividas. Tu pequeño está usando su imaginación para darle sentido al mundo. La línea entre la realidad y la fantasía aún está borrosa, pero está empezando a agudizarse con más experiencias de la vida real y saltos cognitivos.

Maneras de apoyar el juego de simulación de tu pequeño

La imaginación a menudo surge de forma natural, así que tu función no tiene por qué ser exigente. Aquí hay algunas sugerencias:

Prepara un espacio para el juego de simulación

Considera crear un espacio de imaginación a prueba de niños, como una tienda de campaña para jugar, una caja de cartón grande, incluso un rincón de una habitación con juguetes y accesorios. Puede ser que tu pequeño no quiera estar siempre ahí, pero puede ser una excelente manera de motivarlos a jugar el juego de simulación.

Se claro y descriptivo

Debido a que tu pequeño está empezando a aprender como usar su imaginación en su juego, tu puedes ayudarle narrando: “¡Estamos en el coche ahora! Será mejor que te abroches el cinturón” o, “¡Estamos tomando el té! ¿me puedes poner un poco?”

Repítele que es simulación

A esta edad, tu pequeño puede asustarse cuando alguien ruge como un león porque aún no entiende que estamos simulando un “león”. Puedes ayudarlo recordándole en términos claros: “Louie sigue siendo él mismo”. Él solamente está simulando ser un león, pero aún es una persona. Si tu pequeño intenta comerse una manzana de juguete, enséñale una de verdad y dile “nosotros mordemos manzanas de verdad y simulamos que nos comemos una manzana de juguete”, luego enséñale cómo simular.

Proporcionar ropa fácil de vestir

Los pantalones y camisas siguen siendo difíciles de poner para los niños pequeños (aunque es posible que hayas notado que son mucho más fáciles de quitar 😉), así que opta por la simplicidad. Pelucas, zapatos grandes, capas, batas y sombreros – así como telas sueltas y mantas (evita bufandas ya que pueden enredarse alrededor de su cuello ) –son relativamente fácil de poner y de sacar. Tu pequeño quizá no está listo aún para adquirir el rol de un personaje imaginario, pero puede empezar a simular ser alguna persona que conozca.

Dale acceso a juguetes realistas

No tienen por qué ser réplicas exactas, pero las muñecas y otros juguetes que parecen cosas reales son particularmente divertidos para los juegos de simulación. Tú también puedes usar herramientas del mundo real de la cocina o jardín.

Participa

Para que tu pequeño juegue durante mucho rato, es probable que tengas que ser su compañero de juego. Si está simulando hacer panqueques, puedes decir “¿Puedes servirme uno de esos panqueques en un plato? ¿Y ponerme un poco de sirope en ellos?”

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